La memoria vegetal de León: 12.000 plantas en conserva
Árboles, plantas y flores de León en el oasis de Madrid. El Real Jardín Botánico guarda la memoria vegetal de 12.000 pliegos de plantas de la provincia de León. El centro, que conserva 1.250.000 especies históricas de todo el mundo, tiene escaneados 8.957 de la provincia. El más antiguo conservado es del año 1803. Los más recientes son 150 ejemplares que se sumaron a la colección el año pasado recogidos en la zona de Babia. Les falta un ejemplar único en la provincia descubierto por los botánicos de la Universidad de León, centro con el que comparten copias para su conservación.
Las plantas almacenan en su memoria una fuente inagotable de información que resulta vital para su supervivencia si cae en las manos adecuadas. Una gran parte de la memoria vegetal de León se custodia en uno de los mejores oasis de España, en pleno centro de Madrid. El Real Jardín Botánico conserva una colección de 12.000 pliegos de plantas de la provincia de León, un espacio privilegiado que está en pleno proceso de digitalización de especies y ya tiene escaneados 8.957 pliegos de plantas de León, el 74,6% de toda la colección de la provincia. Los botánicos de Madrid coordinan esfuerzos con los profesionales de la Universidad de León para la custodia y conservación de copias de las especies.
Entre todos estos pliegos (las hojas en las que se conservan las plantas deshidratadas) el herbario escolta un Hyaninthoides hispanica (Mill), recolectado por Rothman en 1803, el ejemplar más antiguo de la provincia de León que se conserva en la colección del centro madrileño. Este pliego corresponde a una especie de jacinto, aunque Leopoldo Medina, conservador de la sección de plantas vasculares del herbario del Real Jardín Botánico de Madrid, prefiere que siempre se les identifique con el nombre científico. «El nombre vulgar de las plantas puede confundir porque hay zonas que llaman a una misma planta de distinta manera, por eso es importante identificarlas con el nombre científico, así no hay posibilidad de error».
Las últimas especies incorporadas al herbario del Jardín Botánico de Madrid son 150 plantas procedentes de la zona de Babia . «Estuvimos el año pasado. Las expediciones científicas las organizamos en zonas donde nos falta material, y Babia era una que nos interesaba mucho. Estuvimos una semana. Tenemos que agradecer al alcalde de San Emiliano toda la colaboración que nos prestó con la cesión de una sala para que pudiéramos trabajar con la deshidratación y todo el proceso que necesita la conservación de una planta», explica Leopoldo Medina.
Plantas únicas
Sin embargo, a la colección del Jardín Botánico le falta una de los vegetales que endémicos en la provincia de León, el Tragopogon pseudocastellanum, recolectada en San Félix de Arce en el municipio de Cabrillanes, e identificada por Blanca y C. Díaz. «Esta planta se ha descrito en la Universidad de León y por su rareza no se puede coger , se necesitan unos permisos especiales porque está amenazada».
Otros 17 pliegos de otra planta endémica de León, Petrocoptis grandiflora (Rothm) y 11 de la misma especie de Orense están prestados a la exposición de la sala.
El Botánico conserva seis pliegos de Saxifraga babiana y uno de Asturias (T.E. Díaz y Fern. Prieto). Dos tipos de estas plantas de León y una de Asturias están en préstamo en el Herbario de Berlín.
Por último, otra especie endémica de León es Centaurea Legionis-septimae, identificada por Ferm. Casas y Susanna en Astorga. De esta planta se conservan tres pliegos que todavía no están ni informatizados ni escaneados. «Los autores que la identificaron le pusieron ese nombre por la legión séptima de León».
Entre el 1.250.000 especies históricas procedentes de todos los rincones del mundo, el Botánico de Madrid conserva «familias importantes» de plantas procedentes de la provincia de León como son los 711 pliegos de Leguminosas-Papiloionoideae (legumbres en general), 694 pliegos con Caryophyllaceae (plantas con hojas alternas con 4 ó 5 pétalos), y 563 pliegos de la familia Compositae (plantas con flores).
«Las colecciones de la historia natural son una herramienta científica muy importante. Para que la ciencia sea ciencia tiene que ser comparable y repetible. Las colecciones que tenemos son la referencia para que la ciencia botánica sea comprobable y repetible, atesoran datos científicos de gran valor, como por ejemplo, el estudio del efecto del cambio climático. Somos una base de datos formales». El conservador de la sección de plantas vasculares del herbario del Real Jardín Botánico, destaca el papel de la Asociación de Herbarios Ibero-Macaronésicos (AHIM) que reúne colecciones botánicas (herbarios) de universidades, centros de investigación, profesionales y particulares de España y Portugal. En esta red está también la Universidad de León. «Trabajamos de forma habitual con los profesionales de la Universidad de León, con los que intercambiamos materiales para tener una diversidad de ejemplares». El trabajo en red de los herbarios tiene como finalidad la supervivencia de las plantas con la conservación de duplicados en distintos lugares. «Si alguna vez ocurre un desastre en un herbario, como puede ser un incendio, el duplicado que conservan otros centros permite salvar la especie. Mandamos muchas copias de otras plantas a la Universidad de León, de la que tenemos muy buenas referencias y con la que colaboramos a menudo», explica Medina.