Diario de León

Cuantos más estímulos, menos perros agresivos

Enseñar a los perros los hábitos básicos y adiestrarles para que sean sociables y sin miedos es sólo el primer paso para especializarlos como canes que ayuden en las terapias o asistencias de las personas que los necesitan.

Uno de los perros adiestados para fines terapéuticos.

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Aprender a convertirse en un perro manta, para que los menores que necesiten una terapia específica puedan apoyar sus cabezas sobre ellos y sincronicen su respiración a sus latidos cardíacos. Cientos de personas se benefician de las terapias asistidas con perros. En la V Edición del Proyecto Guau, promovido por Purina, se han ‘graduado’ este año Magic, Pinya, Keisy y Xispa, cuatro perros que han convivido durante un año con los voluntarios de la Asociación Centre Pedralbes, que ayudan a la socialización de los canes.

La veterinaria Sonia Sáez, destaca la importancia de que los perros convivan en las casas de los voluntarios con una exposición a todas las actividades cotidianas que realizan las familias. «Algunos de los voluntarios que participan en este programa no han tenido un perro nunca y les enseñan la educación básica como hacer sus necesidades fuera del domicilio o comer solos». En todo este proceso tienen el asesoramiento del Centro de Terapias Asistidas con Perros (CTAC). «Tener en casa un cachorro es mucho trabajo y mucha responsabilidad. Pasan con nosotros, los voluntarios, el primer proceso de socialización. Todos los cachorros tienen que pasar por todo tipo de situaciones y estímulos y estar en contacto con otros perros, con gatos y con niños. El objetivo es evitar los miedos». Para Sonia Sáez, la mayoría de los problemas de socialización que tienen los perros se originan en esos primeros meses de su vida. «La agresividad siempre viene asociada al miedo. Los niños tienen voces agudas, son pequeños y se mueven mucho y por eso son buenos para los perros. También hay que llevarles por calles ruidosas, por centros comerciales, que suban por escaleras mecánicas...no hay que evitarles nada para que sean perros sociales, sin miedos, y por lo tanto, sin agresividad».

Esta es una de las fases más importantes para iniciar el aprendizaje de las terapias específicas grupales o individuales.

Los cuatro perros; Magic, Pinya, Keisy y Xispa, en su 'graduación'.CTAC

No hay razas de perros más adecuados para este tipo de preparación. Lo que CTAC tiene en cuenta para hacer la elección es la terapia para los que van destinados. «Hay terapias para las que se necesitan unos perros pequeños, la decisión la toman los técnicos», según el propósito de la socialización y la educación.

«Cada edición tiene un valor especial. Las dos primeras se enfocaron en el adiestramiento de perros de asistencia para varios niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista). En la tercer se formaron carrochos destinados a terapias con personas con discapacidad intelectual y en la cuarta se adiestraron como animales de compañía, como es el caso de los niños hospitalizados o pacientes en proceso de recuperación».

En esta quinta edición. jóvenes y adultos con necesidades especiales del centro interactuaron y tuvieron la primera sesión de terapia con los perros «con un gran impacto físico y emocional».

Tras la primera fase de socialización CTAC asume la ‘especialización’ de la enseñanza de los canes, que son adiestrados o para terapia o para asistencia. Los perros de terapia son un complemento a las necesidades sanitarias y asistenciales que necesitan las personas, como son salidas a hospitales o encuentros puntuales para alguna actividad concreta, pero después vuelven a casa con el técnico encargado de sus cuidados.

Los perros de asistencia, sin embargo, se trasladan a vivir a las casas de los usuarios a los que prestan servicio y son un soporte más familiar para sus cuidados.

Desde que comenzó el proyecto Guau ya se han adiestrado a 15 perros que ya prestan compañía y apoyo a familias en Cataluña y países de Sudamérica.

«La labor de los profesionales de las terapias asistidas con perros es la de conseguir que se conviertan en una herramienta de apoyo y trabajo imprescindible en ámbitos individuales o grupales que precisan de ayuda física, social, emocional y cognitiva», explica la veterinaria responsable.

CTAC es la entidad responsable de la formación de los voluntarios del proyecto Guau con programas específicos para convertir a los cachorros en perros de terapia asistida. 2El proceso de socialización y educación de los perros, sobre todo en la primera etapa de la vida, supone una gran alegría que transmiten los cachorros, pero también un enorme esfuerzo por parte de los voluntarios que se traduce en una alta dedicación de tiempo y constancia en la corrección de comportamientos del perro para que sean un excelente profesional que ayude a las personas que más lo necesitan»

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