Los vecinos de San Claudio recogen firmas para que no trasladen al párroco

El último movimiento de párrocos decidido por el Obispado de León ha provocado la protesta de los vecinos del barrio de San Claudio que no están de acuerdo con la decisión de que el párroco abandone el barrio para ejercer su ministerio en otra parroquia. Catequistas, madres y padres, vecinos y comerciantes de la zona se han sumado a una protesta en la que se solicitan firmas que avalen la fuerza del vecindario para pedir al obispo, Julián López, que reconsidere la decisión de trasladar al que lleva quince años en la parroquia de San Claudio. Todas las fuentes consultadas por este periódico coinciden en calificar de «bellísima persona» a don Roberto. «Atiende todas las necesidades de los feligreses», «adapta su ministerio a las necesidades de los vecinos», «ayuda a los más necesitados», «los niños lo quieren mucho porque, entre otras cosas, organiza los campamentos en Balmori», «ha trabajado tanto por la gente joven como la mayor». En medio de estos calificativos están cientos de firmas recogidas en los comercios, los bares, a las salidas de los colegios, en la calle. La decisión del Obispado de mover de su ministerios actuales a los párrocos de La Regla, La Sagrada Familia, San Francisco de la Vega y San Claudio no ha gustado a los feligreses que intentan convencer al obispo para que mantenga en sus cargos a los representantes ministeriales. Fuentes del Obispado confirmaron que los feligreses de otras parroquias afectadas también han manifestado su disconformidad con estos cambios, pero están convencidos de los nuevos representantes de la Iglesia a los barrios afectados se ganarán el cariño de los vecinos. En el caso de la parroquia de San Claudio, los vecinos sienten perder al que hasta ahora ha supuesto una gran ayuda para el barrio y valoran positivamente los quince años de trabajo en la parroquia. Tras la recogida de firmas, los vecinos intentarán mantener un encuentro con el obispo en el que expondrán los motivos de sus quejas y la petición de que mantenga al párroco en San Claudio, «porque todos estamos acostumbrados a él y nos parece que no hay otro cura mejor para nosotros», dicen en la calle.