El PSC ofrece un salvavidas a Mas si renuncia a la independencia

Junts pel Sí, la formación que integra a Convergència y Esquerra, no contempla en estos momentos otra posibilidad que apoyarse en la CUP para investir a Artur Mas como el próximo presidente de la Generalitat. Sin embargo, las condiciones de la izquierda radical pueden llegar a ser tan inasumibles para la candidatura independentista (‘no’ a Mas y ‘sí’ a la República catalana de manera inmediata) que si el presidente de la Generalitat en funciones no quiere ir a nuevas elecciones, en las que el resultado sería incierto, podría empezar a activar planes alternativos y abrir conversaciones con otras formaciones. Por ello, el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ha tendido esta semana su mano a Mas si está dispuesto a renunciar a la hoja de ruta secesionista y se decanta por emprender un «camino distinto» que no sea «fuera del Estado de Derecho» y sirva para mejorar el autogobierno y la financiación.

Iceta propone formar un gobierno transversal, que ha bautizado como la gran coalición del ‘seny’ (sentido común), entre la parte de Junts pel Sí que no está por la ruptura inminente y las fuerzas del Parlamento catalán que son favorables a que se trabaje por que haya un mayor autogobierno en Cataluña, mejor financiación y políticas públicas que resuelvan los problemas de la gente, básicamente el PSC y Catalunya sí que es Pot. La oferta de Iceta busca situar a su partido en la centralidad del tablero catalán, después de unos resultados electorales en los que salvó las naves y lanza un salvavidas a Mas, quien ya ha pedido a la CUP que haga el esfuerzo de investirle y que luego, si lo desea, pase a la oposición. Ahí entraría en juego el PSC, siempre después del 20D, para no perjudicar la campaña del PSOE en las generales, que podría apuntalar el Gobierno de Mas, que de momento sigue sin reconocer que perdió el plebiscitó que él mismo convocó y se aferra a que ganó las elecciones y recibió el mandato para formar gobierno. Para desarrollar la hoja de ruta que persigue la proclamación de la independencia en 18 meses, Iceta ya ha dicho que al PSC no es necesario ni que se le llame, pero sí en cambio si es para formar un gobierno que dé estabilidad a la economía y que busque un nuevo pacto con el resto de España. Un buen resultado de los socialistas catalanes en las generales y de Pedro Sánchez a nivel general podría activar el plan B en la política catalana. Y quién sabe, también el PSOE podría necesitar a Junts pel Sí en Madrid.