Gumersindo Azcárate: una propuesta premiada

"Creo que aquí despertamos vocaciones y descubrimos niños que quizás no sabían que eran muy buenos en cosas de tecnología o creatividad». Un día después de recibir el premio Princesa de Girona , su directora, Pilar Bahamonde , destaca que su objetivo en el colegio es ofrecer un lugar para que los niños no solo desarrollen los aprendizajes y lenguajes habituales, sino también el lenguaje de la tecnología.

«Nos ha pasado con alumnos que están en 4º de la ESO y quieren ser informáticos porque detectan que tienen un gran potencial», cuenta orgullosa la directora.

Su método de aprendizaje va encaminado al «desarrollo integral del niño» a través de asignaturas establecidas en los planes oficiales de educación, pero también de proyectos propios del centro. Un ejemplo de ello es Tecnología con propósito. Este fue el primero y provocó la «transformación global del centro». Hasta tal punto que el miércoles los Reyes reconocieron su trabajo. «El Rey nos dio la mano», dice emocionado uno de los alumnos del Gumersindo Azcárate.

El modelo de enseñanza impartido en este colegio no es único, pero sí es el primero premiado en la provincia por la Fundación Princesa de Girona como mejor escuela del país. Los Reyes de España otorgaron el Premio Princesa de Girona Escuela 2022 al CEIP Gumersindo Azcárate de León por «la singularidad en el uso humanístico de la tecnología y su apuesta por «la convivencia diversa enfocada a impactar positivamente en su entorno».

 

En concreto, el Rey Felipe VI destacó en el acto de entrega esta misma semana «el tesoro de la convivencia» que los ha convertido en referentes y ensalzó su «vocación transformadora y voluntad de mejora».

El galardón ha sido recibido con enorme alegría por padres, profesores y alumnos. Numerosos estudiantes del colegio han mostrado su entusiasmo con este premio y dicen «sentirse muy orgullosos de haber podido tener esta recompensa por todo su trabajo».

En el profesorado, la llegada de este galardón fue «algo inesperado porque nadie contaba con ello». Rebeca Rodríguez destaca que «es una sensación de gozo y de estar en una nube» por lo ocurrido y están todos «muy satisfechos, muy contentos y muy ilusionados».

Por su parte, las familias también están «muy satisfechas», en palabras de Rodríguez, ya que cuenta que muchos padres «han ido a darles la enhorabuena y están contentísimos». «Están muy satisfechos porque se sienten escuchados y que se les tiene en cuenta. Están muy agradecidos. Hay muchos que vienen de fuera y se sienten muy acogidos. Muy felices», cuenta emocionada Rebeca Rodríguez.

UNA SOCIEDAD DIGITAL

Una cosa se puede señalar sobre la sociedad actual y es que cada vez es más compleja, diversa y especialmente, digital. El ser humano del siglo XXI convive día a día con Internet y nuevas herramientas que se van sofisticando para hacer su vida más fácil. O eso dice la teoría.

Desde que nacen, los niños de las nuevas generaciones aprenden a utilizar y expresarse a través de pantallas digitales que hacen de mediador entre el mundo y su pensamiento. La volatilidad de las nuevas tecnologías y su uso responsable ha puesto en jaque a muchos educadores y adultos sobre cómo tratar con estos ‘gadgets’ y usarlos con los más pequeños. Sin embargo, escuelas como el Colegio de Educación Infantil y Primaria Gumersindo Azcárate de León llevan años utilizando la tecnología en sus métodos de aprendizaje.

 

Pilar Bahamonde, directora del CEIP Gumersindo Azcárate y tutora de 4º de primaria, explica que todos sus proyectos están encaminados a la «formación en competencias digitales». A pesar del debate que existe sobre el uso o no de las herramientas digitales en las poblaciones más pequeñas, Bahamonde lo tiene claro.

«Estoy muy sorprendida con este debate. Está clarísimo que los docentes que implementamos la tecnología en el aula sabemos cómo hacerlo. No todo vale. La tecnología debe tener un propósito y un sentido como todo. Nosotros tenemos que favorecer el desarrollo global del niño y el ciudadano del siglo XXI demanda esta formación», detalla la directora.

 «Las personas que están en contra puede ser que no se hayan formado suficiente con todos mis respetos. Me da igual que sean políticos, informáticos... Primero, que vengan al aula y vean a un maestro. Precisamente, donde formas los buenos hábitos es en la escuela infantil y primaria», añade. Bahamonde cree que poner en duda el uso de la tecnología en el aula «es vergonzoso y primero deben preguntar a docentes y centros como nosotros».

«Creo que muchas veces se piensa que se trata de dejar la tecnología a los niños sin control, pero dejar a un niño solo con una ‘tablet’ sí es peligroso. En un centro educativo, la ‘tablet’ y el uso de la tecnología está regulado porque el profesor programa y decide por qué se usa esa tecnología. Nosotros trabajamos el uso seguro de Internet y el pensamiento crítico», afirma la directora.

Bahamonde destaca que «el miedo es cuando tú no te preparas, no te formas y no sabes qué haces, tanto si eres docente como padre». «Nosotros formamos a los alumnos. Tenemos muchos niños que no tienen medios y su primer contacto con la tecnología es aquí. Un padre tiene también que saber controlar si deja la ‘tablet’. Es lo mismo que si dejas un cuchillo a un niño. Este puede ser útil, pero debes saber manejarlo y no tendría sentido dejar de cortar hasta que tenga el niño 16 años. Esto es igual con la tecnología. Vas a utilizar la ‘tablet’ con un sentido y yo que soy tu padre voy a decidir cómo lo haces», recalca.

Para facilitar la educación en las buenas prácticas digitales en los más pequeños, la Junta de Castilla y León y el Incibe poseen guías específicas sobre el uso responsable de la tecnología. La directora del centro recomienda encarecidamente estas pautas, ya que son «gratis y están al alcance de todos». «La Junta nos manda muchas de estas guías y se las facilitamos a las familias. Nosotros trabajamos muchas de éstas en las aulas», apunta.

La docente recuerda que es importante hablar sobre la tecnología «lo antes posible» porque «no es casualidad que muchas familias digan lo bien educados que están estos niños» del centro. «Es igual que el ciberbullying. Aquí hay juegos para muy pequeños sobre eso y cómo detectarlo. Hay muchas familias que dan el móvil antes de tiempo. Una escuela responsable lo hace», destaca Bahamonde.

La profesora de educación primaria resalta que el uso de la tecnología «se nota en la reducción del absentismo y en que «nuestros alumnos son más competentes». Esto, cuenta, que les hizo «referentes en la pandemia». «Los políticos deberían detectar las escuelas que no la utilizan, ya sea porque no tienen medios o les faltan guías. Y venir a las escuelas y preguntarnos», remata.

Asimismo, la sostenibilidad o la defensa del papel de la mujer también tienen cabida en sus aulas. Rebeca Rodríguez, maestra del centro y cotutora de 4º de Primaria junto a Pilar Bahamonde, cuenta que el papel de la mujer «se integra en todo» y en «su día a día». «Tenemos unas comunidades con muchas desigualdades y lo vamos introduciendo en diferentes áreas y momentos. No es algo solo de un día, sino a diario», recalca. En cuanto a la sostenibilidad, el centro escolar cuenta con un huerto ecológico, donde participan las familias junto a los alumnos. Y también se trabaja en las diferentes materias como en ciencias naturales, donde se ve todo lo que tiene que ver con sostenibilidad a nivel de electricidad y otras cosas. 

Otro proyecto que está actualmente en desarrollo es Erasmus+. Un programa con el que profesores del colegio viajan hacia otros centros europeos para enriquecerse y que tienen previsto ampliar a los alumnos. Según sus estimaciones, el segundo o tercer trimestre de 2024 un grupo de niños de 6º de Primaria viajarán al extranjero para aprender sobre otras culturas y vivir nuevas experiencias.

 

INTEGRAR REALIDADES

Ciento treinta alumnos de 12 nacionalidades conviven en este centro público y es precisamente, esta una de sus señas de identidad. Desde dirección quieren que sus herramientas educativas tengan un impacto positivo en las familias. «Nosotros queremos que las mejoras en el aprendizaje de los alumnos favorezcan que las familias tengan mejores condiciones sociales. Es nuestro gran objetivo. Generar expectativas de futuro y, de esta forma, mejorar nuestra comunidad educativa», apunta Bahamonde.

La integración de las familias en el centro y la convivencia de diferentes realidades son dos pilares fundamentales para el Colegio Gumersindo Azcárate. En cuanto a la integración, el colegio posee un proyecto llamado Familias a la escuela, donde se invitan a los papás y mamás a las aulas y se desarrollan situaciones de aprendizaje con los niños. «Aprendiendo y colaborando. Queremos que vean como sus hijos van mejorando para que favorezcan el aprendizaje en su casa», reseña la profesora.

Rebeca Rodríguez explica también que los padres vienen «una vez al trimestre o incluso más para hacer actividades junto a sus hijos». «Una vez vinieron a crear un cuento con sus hijos. Siempre hay un producto final. Otra vez trabajamos matemáticas. Otro día investigación sobre animales», recalca Rodríguez.

Mejorar el barrio es otro de sus propósitos para ofrecer una enseñanza de calidad y transformadora. La directora Pilar Bahamonde narra que tienen un proyecto, denominado Formarnos juntos para unirnos más, donde el profesorado comparte experiencias, iniciativas y proyectos con docentes de otros centros del barrio. «Somos cuatro. El Instituto García Bellido, el Colegio Lope de Vega, el Colegio Padre Manjón y nosotros. Vamos a hacer una formación relacionada con cómo trabajamos la convivencia en cada uno de los centros. Va a ser muy enriquecedor porque tenemos poblaciones más parecidas y otras diferentes», detalla. 

«Vamos a hacer que los alumnos interactúen, aunque está todavía en el aire. Tenemos las bases de lo que queremos hacer y lo comenzaremos el 2º o 3º trimestre. Su duración será de dos cursos para que tenga repercusión en el barrio y en la relación de los alumnos», agrega la profesora.

Con las vistas puestas al futuro, la directora del Colegio Gumersindo Azcárate tiene claro que quiere «continuar porque la tecnología no es una moda». «Nosotros queremos seguir trabajando la tecnología y el desarrollo del pensamiento computacional porque nos funciona. Es muy fácil iniciar un proyecto con ilusión, pero difícil mantenerlo en el tiempo. Es una gran responsabilidad», concluye Pilar Bahamonde.

UN LEGADO IRREPETIBLE

Gumersindo de Azcárate fue un catedrático, político y reformador social leonés. Creó junto a Francisco Giner de los Ríos, Nicolás Salmerón y otros pensadores el movimiento de la Institución Libre de Enseñanza (ILE). El grupo fue expulsado de la Universidad por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a los dogmas oficiales en materia religiosa, política y moral. Esto los motivó a continuar su labor educativa al margen de centros universitarios del Estado a través de la creación de un establecimiento educativo privado, cuyos orígenes se aproximaban a la enseñanza universitaria y posteriormente, a la educación primaria y secundaria. La ILE fue un centro de gravedad de la cultura española del momento e introdujo innovadoras teorías pedagógicas internacionales.

El colegio lleva su nombre en honor a su figura y fue construido en base a su línea de pensamiento innovadora. La familia de Gumersindo de Azcárate está muy contenta por el premio y cuentan que «les hizo mucha ilusión». «Fue muy grato que a día de hoy haya tanta afinidad con la obra y pensamiento de él. Es muy bonita la labor de todas las familias que sin vínculos con León se implican para que todos avancen y progresen. Esperamos que sigan consolidando este proyecto en el futuro», señaló su tataranieta, Isabel Navarro.