Diario de León

Del sueño de Lazúrtegui a la Ciuden

La Fundación Ciudad de la Energía invierte más de 160 millones en el Bierzo en cuatro años El ingeniero bilbaíno Julio Lazúrtegui planeó hacer de Ponferrada la nueva Vizcaya del Bierzo tras la Primera Guerra Mundial. La Minero Siderúrgica de P

León

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El edificio de mandos de Compostilla I, la primera central térmica de Endesa que funcionó entre 1947 y 1974, es ahora el moderno y diáfano espacio de oficinas de la Ciuden. Casi ocho millones de euros se ha llevado la remodelación de esta parte de la central desde la que se pretende contribuir a la «reconversión» del Bierzo y Laciana, víctimas ahora del monocultivo del carbón durante un siglo.

La capital del Bierzo no ha alcanzado las 300.000 personas que imaginó Lazúrtegui en torno al frustrado proyecto siderúrgico, pero es una de las ciudades que más ha crecido en los últimos quince años en Castilla y León. Con casi 70.000 habitantes, tiene un 11,6% más de población que en 1996.

Pero está azotada por la crisis y el paro -2.409 personas en el mes de octubre- ha aumentado un 57,7% en el último lustro. Unas cifras muy cercanas a las de León ciudad -2.733- cuya población es casi el doble de la de Ponferrada.

La minería, que llegó a emplear en sus buenos tiempos a más de diez mil personas en la comarca, ahora pasa por un momento duro. La comarca se resiente y Ponferrada sufre ahora las réplicas del terremoto, tras desinflarse el balón de la expansión urbanística de los noventa. Un crecimiento que se materalizó, no por casualidad, sobre los terrenos que MSP compró en 1919 a precios simbólicos al oeste de La Puebla para el soñado «vasto establecimiento siderúrgico» del que Lazúrtegui publicó hasta un libro - Una nueva Vizcaya a crear en el Bierzo. Altos Hornos y Acerería en Ponferrada - pero que nunca se llegó siquiera a proyectar sobre el papel de la empresa que, con capital vasco, aterrizó en la comarca en 1918.

Las 165 hectáreas adquiridas a medio centenar de propietarios ponferradinos nunca fueron ocupadas al completo por las diversas instalaciones civiles y sociales de la MSP en Ponferrada, desde el economato al poblado y las escuelas de la Minero. Y estaban situadas estratégicamente, el lugar de expansión urbanística natural de Ponferrada.

Pero todo ésto es historia y pasado. La Ciuden pretende ser ahora «un nuevo motor» económico para la comarca, pero no vende milagros ni espejismos. «No venimos a repartir subvenciones, sino a trabajar desde el conocimiento porque sin este ingrediente se pueden cometer graves errores como construir polideportivos donde no hay gente para usarlos o polígonos sin industrias», subraya el director general de Ciuden, José Ángel Azuara.

Un «cambio de valores» no exento de tensiones que han colocado a este físico, que fue vicepresidente del Consejo General de Seguridad Nuclear y director del Ciemat, en el ojo del huracán de la política berciana. La Ciuden quiere ser un acicate para una nueva economía, pero sin los tintes paternalistas que han marcado el pasado industrial del Bierzo. «La comarca, trabada hasta ahora por el carbón, necesita organizarse de otra manera. Los territorios que progresan están organizados y este es el elemento adicional que quiere aportar la Ciuden», recalca Azuara.

La energía, el turismo y el medio ambiente son sus ejes. Las herramientas: la investigación y el desarrollo de tecnología para la combustión limpia de carbón, la divulgación científica y la preservación y puesta en valor del patrimonio industrial del Bierzo y Laciana y las acciones medio ambientales y turísticas arraigadas en el territorio.

Esto se concreta en instalaciones como la planta de CO 2 de Cubillos del Sil y el Museo Nacional de la Energía y acciones para propiciar auditorías energéticas en ayuntamientos de la comarca e implantar tecnologías de energías renovables.

El impulso a la restauración de espacios degradados por la minería del carbón -"700 escombreras que ocupan más de 5.000 hectáreas en diez municipios, desde Páramo del Sil hasta Torre del Bierzo-" y de proyectos turísticos como una comercializadora, las rutas de senderismo de la Mirada Circular y el programa de enoturismo son otras de sus actuaciones.

Se trata de proyectos que, como explica Azuara, van de «lo local a lo internacional» y tienen una vocación de «efecto demostración para la comarca» -la exploración de un nuevo nicho de empleo en la recuperación ambiental de las escombreras- y al mismo tiempo «una dimensión internacional» con la exportación de conocimiento en forma de patentes, el nuevo Eldorado, a partir de la tecnología que se desarrolle en la planta experimental de CO 2 .

Una inversión millonaria

La inversión prevista por la Ciuden hasta el 2011 en sus diferentes programas asciende a 257 millones de euros, de los cuales más 160 millones se habrán ejecutado al finalizar el 2010 en el Bierzo y otros 24,5 millones en la planta de almacenamiento de CO 2 de Hontomín (Burgos).

El 59% de este dinero está destinado al programa de tecnologías de combustión limpia de carbón, el 32% al Museo Nacional de la Energía, el 4,5% a los diferentes programas de desarrollo territorial y el 4% a la organización central.

El proyecto más avanzado es la construcción de la planta de captura y transporte de CO 2 en Cubillos del Sil, que se encuentra al 90% de su ejecución total. La central térmica de MSP está al 70% y el programa de desarrollo territorial, hasta el 2011, también tiene un grado de ejecución del 72%.

El proyecto que va a la zaga es la sede central del Museo Nacional de la Energía, en la térmica de Compostilla I, y el Bosque del Carbonífero. La obra civil de rehabilitación y el edificio nuevo de la primera termoeléctrica que tuvo Endesa en España cuesta 37,8 millones de euros. Se han invertido otros 5,6 millones de euros en labores de consolidación y vaciado de sus naves de calderas y turbinas.

La financiación de Ciuden para todos sus programas procede en un 70% de los presupuestos generales del Estado a través de los ministerios de Ciencia e Innovación, Industria y Medio Ambiente. El programa EPPR de la Comisión Europea aporta 60 millones de euros para la planta experimental de CO 2 y además se contemplan aportaciones de otros programas nacionales e internacionales.

Como fuente de empleo directo la Ciuden contabiliza 115 personas en plantilla en sus oficinas centrales, en su mayor parte puestos cualificados, que alcanzan hasta 170 si se incluye al personal que trabaja a través de convenios en sus diferentes proyectos.

En las obras, se dan picos de hasta 160 trabajadores en una misma jornada en la planta experimental de CO 2 y de 150 en la central térmica de MSP. Unas quinientas personas si se suma al personal que ha trabajado en las obras de consolidación y vacido de Compostilla I. El personal que trabajará en el museo, en sus diferentes instalaciones, aún no está concretado.

Después de cuatro años de andadura, el 2011, y más en concreto las vísperas de la cita electoral municipal y autonómica, están señaladas en rojo en el edificio de mandos de la Ciuden.

El primer trimestre del próximo año es el horizonte fijado para la puesta de largo de sus dos grandes proyectos: el encendido del fuego y la entrada en funcionamiento de forma paulatina de la planta de captura de CO 2 y la apertura como museo de la antigua central térmica de MSP en Ponferrada.

Un museo único en España

El Museo Nacional de la Energía es el buque insignia de la Ciuden en la capital del Bierzo y el «único museo nacional basado en el modelo de parque al integrar en un mismo paisaje patrimonio industrial, cultura y ocio e ir más allá de los límites de su propio edificio extendiéndose al entorno próximo e incluso más allá», explica Esther Aparicio, la directora del programa.

El objetivo de trabajar desde lo local a lo global también forma parte del proyecto museístico: «El MNE impulsará una red, a nivel nacional, de espacios museísticos relacionados con la energía y representativos de la historia energética del país», señala la Ciuden, que acaba de presentar su proyecto en la feria internacional de la ciencia Empirika celebrada en Salamanca.

En la central térmica de la MSP, edificio que dejó de cumplir su función en 1971 tras medio siglo produciendo vatios, se trabaja a ritmo frenético para poder abrir en marzo. El edificio ya empezaba a ser pasto del vandalismo cuando fue cedido a la Ciuden por el empresario Victorino Alonso, propietario de MSP (ahora Coto Minero Cantánbrico). Inicialmente iba a ser la sede del museo, un proyecto mucho más pequeño del que ahora se desarrolla.

A la vista de que su maquinaria se conservaba casi íntegra, a diferencia de Compostilla I, y de la singularidad del edificio se empezó a concebir como el lugar idóneo para explicar las actividades de extracción del carbón en el Bierzo y Laciana, su transporte y la transformación en energía a través de las tecnologías de producción eléctrica propias de un período que comprende entre los años 20 y los años 70 del siglo XX.

Es la memoria local de un trabajo y miles de personas que lo hicieron posible. Su apertura como museo cuesta 15,3 millones de euros, ya ejecutados al 70%.

La central térmica de Compostilla I, cerrada desde 1974, fue cedida por Endesa al Ayuntamiento de Ponferrada a cambio de que la ciudad asumiera el mantenimiento de las infraestructuras en el poblado de MSP y el municipio traspasó a la Ciuden su usó en 2006 por 75 años.

La restauración de la que será sede principal del Museo Nacional de la Energía pende ahora del convenio que tienen que firmar el Ayuntamiento de Ponferrada y la Ciuden. El desbloqueo de este convenio es crucial para coger el último tren de la reindustrialización en el Bierzo, coinciden desde líderes sindicales al propio director geeneral. El Ayuntamiento de Ponferrada asegura que también quiere alcanzar un acuerdo, sin precisar en qué terminos.

250.000 visitantes al año

«El Museo Nacional de la Energía es un museo de referencia estatal en el ámbito de la energía, un proyecto destinado a la divulgación del conocimiento de la ciencia y a la vez un recurso turístico», precisa el director general de Ciuden.

Con este proyecto pretenden traer a Ponferrada hasta 250.000 visitantes al año, bajo un modelo de parque museo inédito en España. «No hemos basado la fuerza del museo en un edificio emblemático, sino en el territorio completo», explica la directora del programa. Una cifra ambiciosa si se tiene en cuenta que un monumento como Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad, recibe unas 60.000 visitas al año.

El museo cuenta con cinco sedes, las tres más potentes en Ponferrada, y otras dos en Cubillos del Sil y Hontomín (Burgos) de modo que el pasado, el presente y el futuro del mundo energético estén al alcance del público de una manera «divulgativa, pero con base científica y con programas de investigación con otros museos del ámbito de la ciencia», aclara.

La inversión global en Museo Nacional de la Energía es de 101,2 millones de euros, de los cuales el grueso, 65 millones, están destinados a la rehabilitación, musealización y construcción de un edificio anexo a la antigua central térmica de Compostilla I.

La tercera pata del parque museo en Ponferrada es un invernadero de mil metros cuadrados recreará la flora y fauna del Bierzo de hace 300 millones de años, etapa del Carbonífero, en los terrenos de la montaña de carbón, que hasta hace pocos años fue el «monumento» más visible de Ponferrada.

Al igual que la restauración de Compostilla I y la construcción de un edificio de nueva planta anexo a ésta, el Bosque del Carbonífero está a expensas del convenio urbanístico cuyo primer borrador la Ciuden remitió al Ayuntamiento de Ponferrada en el mes de abril.

Un museo en torno al Sil

Las tres instalaciones están emplazadas en el entorno del río Sil. De sus aguas se alimentó la primera central térmica de Ponferrada para el proceso de combustión térmica mediante una concesión de 120 litros segundo que obtuvo el conde de los Gaitanes, José Luis Ussía Cubas, quien fue el primer presidente de la MSP. Las aguas del Sil también fueron retenidas en un embalse, el de la fuente del Azufre, para la central térmica de Compostilla I.

«Es un museo muy integrado en el río Sil, pero hay que urbanizar la zona para facilitar la accesibilidad y propiciar espacios para la ciudadanía integrando las infraestructuras del parque museo en la ciudad», explica Esther Aparicio.

La intervención afecta a una superficie que supera los cien mil metros cuadrados. «Se transforma una parte de la ciudad aprovechando los recursos patrimoniales para usos y actividades nuevas, conformando un espacio singular», añade.

La urbanización precisa de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Ponferrada. La central de Compostilla I está en un sector de suelo urbano no consolidado y la de MSP en suelo rústico con la calificación de equipamiento general. La Ciuden también ve necesario modificar los accesos viarios a la central de Compostilla.

Estas obras incluyen la remodelación del área deportiva del polígono de Las Huertas, la participación en la creación de la gran zona verde del Parque de la Juventud para instalar el Bosque del Carbonífero, así como la construcción de sendos aparcamientos para dar servicio al museo y el soterramiento de la línea de alta tensión que atraviesa el poblado de Compostilla, entre las más importantes.

Su coste está estimado en 14,7 millones de euros. La Ciuden proponía en su último borrador de convenio que a cambio de las obras se establezcan a su favor «en base a criterios técnicos y legales y de forma directamente proporcional al valor de las inversiones a realizar, las compensaciones oportunas» en las plusvalías de su desarrollo residencial, que cuenta con un proyecto de varios cientos de pisos y viviendas unifamiliares.

El convenio es indispensable para conseguir la licencia e iniciar las obras en la central térmica de Compostilla I cuyo período de ejecución oscila entre 12 y 15 meses. El objetivo es que esta sede del museo pueda abrirse en el 2012. «Si se firma pronto el convenio aún estamos a tiempo de cumplir este plazo», indica Azuara.

«Técnicamente hemos llegado hasta donde podíamos llegar, ahora necesitamos la licencia de obras para la obra grande», abunda Esther Aparicio, tras recordar que el Museo Nacional de la Energía «es un proyecto de ciudad que no se puede hacer por encima del Ayuntamiento de Ponferrada».

El municipio, admite, «tiene que tener un papel muy importante» y recuerda que la Ciuden «no está vendiendo humo» con el museo. «Es un proyecto serio, como prueba el hecho de que la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo de Europa) nos invitó recientemente a participar en Japón en un foro sobre nuevos modelos de desarrollo».

Fuera de Ponferrada el museo contará con otras dos extensiones en Cubillos del Sil, en un edificio singular al lado de la planta experimental de captura de CO 2 para que el «público pueda ver in situ lo que hace una planta de estas características». La quinta pata del museo está en Hontomín, Burgos, junto a la planta de almacenamiento que se construye en esta localidad.

Para el desplazamiento a Cubillos se estudian sistemas de transporte ecológico, desde un tranvía hasta autobuses eléctricos. Recuperar la vía del Ponfeblino entre Cubillos y Ponferrada es una opción en la que, advierten, «tendrían que entrar muchas administraciones».

El papel de «motor de una nueva economía para el Bierzo se ve a pequeña escala en el proyecto que desarrollamos en colaboración con el Ayuntamiento de Igüeña y la Junta Vecinal de Tremor con la creación de una escuela taller que forma a personal e investiga en la restauración de escombreras», insiste el director general de Ciuden.

Establecer esta «dinámica de colaboración» con las diversas instituciones bercianas «es imprescindible para cambiar los valores que hasta ahora han movido la economía», sostiene Azuara. «Es un proceso más concienzudo que un vomitado de cemento», recalca.

La Ciuden no quiere ser un nuevo sueño frustrado. «Tratamos de impulsar un proyecto serio, coherente, que resista en el tiempo y que pueda ir más allá de una inauguración muy interesante», apostilla la directora del programa del MNE.

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